"La conversación es un arte"
Dentro de una conversación cara a cara no sólo se implica el lenguaje verbal. También existe el lenguaje corporal, la acción de gesticular y las miradas.
El lenguaje es lo que separa al hombre del resto de animales. Sin él, la cultura, la historia, casi todo aquello que hace del hombre lo que es, serían imposibles. En la conversación entre dos personas el lenguaje se desarrolla en un marco de comunicación no verbal que es parte indispensable del mensaje. Pues el lenguaje hablado sería imposible sin los elementos no verbales. Podemos comunicarle verbalmente a nuestro interlocutor que no estamos enojados pero nuestro lenguaje tanto corporal como ocular dicen lo contrario.
Ahora en día con esta era moderna de telefonía, tanto teléfonos fijos como celulares no tan sólo comunicamos audio sino el texto con los mensajes sms, whatsapp y otros; parece un tanto arriesgada la comunicación acertada. Yo pertenezco a la clase de personas que no confía plenamente en el teléfono. No porque piense que el sistema telefónico se esté desintegrando, a pesar de que a menudo da esa impresión, sino porque por teléfono no puedo estar segura de lo que realmente quiere decir la otra persona. Si no puedo verla ¿cómo puedo adivinar sus sentimientos?... por esta razón me lleva averigüar que hay un campo nuevo de investigación: la comunicación no verbal y esta es más que un simple sistema de señales emocionales y que en realidad no puede separarse de la comunicación verbal. Ambas están estrechamente vinculadas entre si, ya que cuando dos seres humanos se encuentran cara a cara se comunican simultáneamente a muchos niveles, conscientes e inconscientes y emplean para ello la mayoría de los sentidos: vista, oído, olfato, tacto y todas estas sensaciones se integran mediante un sistema de descodificación.
Antes de que dos personas puedan empezar a hablar en una conversación cotidiana es indispensable que ambas indiquen que están prestando atención; deberán estar ubicadas a una distancia razonable. Intercambiando miradas. Cada uno necesita también del otro una retroalimentación no verbal mientras habla: una mirada relativamente fija y ciertas pautas de comportamiento, movimientos de asentimiento con la cabeza, reacciones faciales adecuadas y tal vez ciertos murmullos de aprobación como "m-hm..." "si...". En ausencia total de estos ingredientes, la conversación no tardaría en cortarse. Hay señales no verbales que regulan el fluir de una conversación, de manera que cada persona hable cuando es su turno y se produzcan pocas interrupciones o silencios incómodos y prolongados. La distribución de turnos es sutil y compleja. La mayor parte del tiempo el que escucha está listo para tomar el hilo de la conversación cuando finaliza el que habla como si respondiera a un código preestablecido.
Es por esto que se le llama El arte de conversar.